En un aislador las descargas eléctricas localizadas se pueden dar por la creación de pulsos rápidos denominados streamer, después de 1 a 50 horas de actividad de descarga, el material empieza a presentar descomposición química, la cual causa un desprendimiento de energía mecánica que se propaga a través del aire generando un sonido audible, normalmente dichos desprendimientos se pueden identificar como pequeñas explosiones originadas en los aisladores, y son un indicador de desgaste, se pueden presentar 3 tipos de sonidos iniciando con el efecto corona el cual a largo plazo con una contaminación excesiva puede llegar a desencadenar en un efecto tracking, este efecto se presenta cuando el material ya está en una etapa avanzada de desgaste y se comienzan a ver pequeños caminos o arborescencias en el aislador, por último, se presenta el efecto arco.

Para mantener una adecuada identificación de los posibles aisladores contaminados se utilizan técnicas predictivas como por ejemplo la inspección con ultrasonido, este equipo nos brinda información detallada sobre los posibles problemas (corona, tracking, arco) y nos ofrece una tabla de frecuencias de fallo donde podemos determinar el tipo de problema.